¡Huye!

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Coco y su Pandilla es el nombre de un ministerio de Ventriloquía. Miguel Mora tienen 4 títeres, Yoyo, Yaya, Pipo y Yiyo. Este último (Yiyo), en uno de sus shows describía una experiencia en un bar. Coco le pregunta: Pero ¿Qué andaba haciendo usted en un bar? Y Yiyo responde: Andaba buscando la tentación para vencerla. Este chiste me causó mucha gracia y aún lo recuerdo a menudo. Y es porque honestamente es lo que muchos cristianos hacemos o hicimos, intentamos jugar con fuego con la idea de no quemarmos, hasta que poco a poco terminamos calcinados y por eso damos un consejo pertinente para los jóvenes que sirven a Dios en un ministerio. Leamos 2 Timoteo 2:22
Veremos tres consejos que nos guiarán a huir exitosamente de caer en pecado:

Primero, debemos Cuidar nuestra identidad, recuerdo haber asistido a un evento evangélico al que llamaron “SOS O NO SOS” y siendo un evento cristiano, este título se refería a tu identidad como seguidor de Cristo. El contexto anterior de nuestro versículo está hablando de la diferencia entre instrumentos y utensilios para buenos usos y para usos desagradables. Pablo está aconsejando a Timoteo sobre como debe ser un siervo de Dios aprobado. Los siervos de Dios debemos cuidar de nuestra identidad en Cristo, no porque nuestra persona está en juego, sino porque somos representantes de Cristo.

Segundo, debemos Cuidar nuestra integridad La palabra íntegro y sus derivados aparecen 26 veces en la biblia (RVR60) y la integridad es siempre hace lo correcto, significa hacer todo aquello que consideramos bien para nosotros y que no afecte los intereses de las demás personas. Pablo también nos muestra en (1Timoteo 3) los requisitos para un siervo de Dios. Y son bastantes. Lo que podemos aprender de cuidar de nuestra integridad es que no podemos andar por ahí pretendiendo, enseñar, guiar o liderar a otros llevando una doble vida. La Biblia es muy clara en decirnos que Satanás anda como león rugiente buscando a quien devorar (1 Pedro 5:8) Jamás, a excepción de Sansón, he visto a alguien enfrentar a un león y pelearse cuerpo a cuerpo con la esperanza de ganar y salir intacto. Y por eso ¡huyamos de la tentación! Tampoco se nos ocurra atar a Satanás con tres, cuatro, cinco o siete nudos proféticos, eso es más falso que el horóscopo que leen en el periódico. Mejor huye de las pasiones juveniles para cuidar tu integridad cristiana y no pecar contra Dios.

Y tercero, debemos Cuidar nuestra fidelidad Cuando nos convertimos a Cristo y decidimos voluntariamente servirle adquirimos un compromiso con él, como Señor y Dios de nuestra vida. El ejemplo más accesible que tengo para representar la fidelidad es el matrimonio. Y es que tanto el hombre como la mujer se comprometen a no estar sentimentalmente, emocionalmente y mucho menos físicamente ligada con otra persona que no sea su cónyuge; así mismo es nuestro compromiso con Jehová, nuestro Señor y Dios. Debemos huir de las tentaciones para ser fieles a él. Aquí me gustaría ser más específico en cuanto a la defininición de pasiones. La palabra que Pablo utiliza en griego para referirse a pasiones es Epithimía que significa deseo, deseo de lo prohibido o lujuria. Y tratándose de jóvenes podemos decir que estamos mayormente expuestos a las pasiones. Y es así como podemos ser infieles a Dios al caer en la lujuria de los deseos carnales en la pornografía, masturbación, fornicación, adulterio y homosexualismo. Y para cuidar de nuestra fidelidad a Dios debemos huir de esto.